Buenas relamidas le doy a la esposa de mi jefe en un hotel de paso |MrPG

Qué buenorra está la mujer de mi jefe. Se llama Lucrecia y es bien caliente a la hora de coger. La pobre está tan olvidada por mi patrón, que no le da ni amor, ni sexo, aunque dinero le da a montones. Eso me cuenta ella cuando la llevo de paseo o de compras, como su chófer que soy, hasta que un día se puso a llorar conmigo y no me quedó más remedio que consolarla. Pues yo sólo le di palabras de aliento, pero en menos de 15 minutos la mujer ya estaba prendida de mi y me dijo que la llevara a un hotelucho y me la cogiera. Me quedé sorprendido cuando me pidió eso, luego me dijo “es una orden” y pues yo obedecí. Así que desde ese día, cada vez que la patroncita se siente sola, me hace que la lleve a un hotel y le dé unas horitas de placer, que buena falta le hacían a la morra. Yo disfruto a toda madre de su cuerpo, sus chichis, que las tiene bien grandes, carnosas y duritas y me dejo mamas la verga hasta donde ella quiere. ¡Yo sólo la dejo ser, que para eso es mi patrona!